Los revestimientos de color blanco son un acierto en el baño. Ahora, tampoco es aconsejable abusar de ellos: el resultado puede terminar por ser frío. Pero si una de las paredes tiene un acabado en piedra, como en este baño, los azulejos blancos harán que el espacio se vea luminoso, mientras que la piedra aportará calidez y un toque rústico.