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Que es el estilo minimalista

¿Qué es el estilo minimalista?

Si estás cansada o cansado solo de pensar en tener que limpiar cuando llegue el fin de semana porque la tarea se eterniza gracias a la cantidad de libros, jarrones, adornos y cosas varias que siempre están presentes en todas las habitaciones de tu casa, quizá te interese cambiar al estilo minimalista. Si te planteas hacer una reforma en breve escucha los fundamentos en los que se basa el estilo minimalista, porque te ahorrarás mucho tiempo en limpieza, tendrás todo a la mano, y además tu casa lucirá más liviana y reducirá tu estrés.

En este estilo la distribución de los muebles es algo secundario. De hecho, los muebles son un elemento secundario, aquí los protagonistas son el espacio abierto bañado por la luz natural (en la medida de lo posible) y los elementos que conforman la arquitectura, es decir, paredes, techo y suelo. Suena bien, ¿verdad? En este artículo te vamos a explicar los pasos a seguir para decorar con estilo minimalista, son muy sencillos y a la vez divertidos, ya que juega un papel importante tu propio ejercicio de reordenación y clasificación de lo que realmente necesitas en tu casa y lo que no. No me quiero adelantar, pero como aperitivo puedo decirte que vayas haciéndote a la idea de que vas a tener que borrar del mapa muchos objetos y muebles de tu hogar que hasta hoy siempre han estado ahí. Esto no es un capricho de los inventores de este estilo, lo hacen por tu bien. Tanto es así que el criterio de selección se basa en dos simples preguntas: ¿Esto es útil? ¿Me aporta algo? Si la respuesta es no, ya sabes qué hacer con eso.

 

 

¿Cómo decorar con estilo minimalista?

Quizá su nombre te engañe y ahora mismo estés pensando que este estilo es fácil de comprender y de implementar en tu hogar. Pues no del todo. Nos gustaría aclarar antes de empezar que el minimalismo no es solo un tipo de decoración, es prácticamente un modo de vida. Podríamos decir que, al igual que pasa con el vintage, el kitsch u otros, está muy ligado al tipo de persona y a su personalidad, su forma de ver la vida. En otras palabras, si te encanta acumular todo tipo de trastos y te cuesta desprenderte de artículos por viejos que sean o por deteriorados que estén, este estilo no es para ti.

El movimiento minimalista surge como una corriente artística allá por los años 20 en Estados Unidos, y va evolucionando hasta dar el salto gracias a su auge, y aplicarse a la decoración de interiores y la arquitectura en los años 60 y 70. Sus premisas son muy sencillas, pero no te adelantes, no vamos a caer en ese tópico de menos es más, porque en el fondo el minimalismo se trata de menos es mejor, y ahora te explicaremos por qué.

 

¿Cuáles son las características de la decoración minimalista?

La decoración minimalista se fundamenta en premisas muy sencillas, como la eliminación de todo elemento no esencial y que no aporte nada a nivel estético, funcional o sentimental. El resto de ornamentos serán bienvenidos siempre y cuando cumplan con alguno de los requisitos que acabo de citar. Pero no nos engañemos, los objetos no son los protagonistas del espectáculo, los elementos arquitectónicos en conjunto si lo son. Veamos por partes cuáles son los puntos clave para conseguir una decoración minimalista.

1. Reducir al mínimo los elementos presentes en la habitación. Esto se aplica a los cuadros en las paredes o a los jarrones y adornos que en circunstancias normales reposarían sobre las mesas, pero en el minimalismo esto no es necesario salvo en detalles puntuales que aporten un valor sentimental. Recuerda lo que nos decía Tyler Durden en El club de la lucha: “Lo que posees acabará poseýendote”.

2. La utilidad por encima de la cantidad. Si un objeto no tiene utilidad práctica, elimínalo de la ecuación, no lo necesitas. No recargues el conjunto ni rompas la geometría lineal sin necesidad.

3. Minimalismo como filosofía de vida. Repetimos, quédate solo con lo imprescindible. Este estilo empezó como una forma de vida y como tal es aplicable a la forma en la que podemos disfrutar y vivir el entorno de nuestra casa. Eliminando todo lo superfluo generamos espacios desahogados, fluidos, y el beneficio de que no estén sobrecargados es que nuestra vista y nuestra mente descansen más y se relajen al no tener que procesar tanta información innecesaria.

4. Compatible con otros estilos. El estilo minimalista puede fusionarse con otros estilos sin problema, siempre y cuando no olvidemos sus bases. Si el estilo minimalista tuviera un primo hermano, ese sería el estilo nórdico, sin duda. Comparten características como la austeridad a la hora de elegir los ornamentos, así como su preferencia por los colores suaves y claros. Aunque el estilo escandinavo es menos rígido en cuanto al número de componentes, el minimalismo lo tiene claro, hay que reducirlos a su mínima expresión. Si a una habitación minimalista le añades un cesto de mimbre y unos cojines en el sofá podría dejar de ser minimalismo para saltar a estilo nórdico. Así de fina es la línea que separa estos dos estilos.

Ojo, nadie te está diciendo que te deshagas del 90% de tus bienes materiales y te des al nihilismo, este estilo no va por ahí. Solo debes quedarte, al menos de forma visible en la decoración, con aquellas cosas que te aporten felicidad y bienestar. Cuando hablamos de eliminar objetos que no aporten nada no nos referimos a regalarlos o tirarlos a la basura, simplemente puedes guardarlos o cambiarlos a otras estancias de tu casa donde creas que encajan mejor. No tienes por qué implementar en todo el hogar el estilo minimalista, quizá solo lo quieres en el dormitorio porque te trasmite paz y te hace descansar mejor. O tal vez aplicarlo en el salón para relajarte mejor y de paso aliviar el tiempo de limpieza, otra de las grandes ventajas del minimalismo.

¿Cómo decorar un cuarto o habitación minimalista?

Vamos a ver ahora algunos casos más concretos donde podemos aplicar este estilo tan sencillo y maravilloso. Empezamos con los dormitorios. Hagamos uno de nuestros ejercicios que tanto nos gustan en el blog. Esta tarea no es más que hacernos a nosotros mismos una pregunta, que en realidad es un truco fantástico para visualizar cómo podríamos decorar cualquier habitación de la casa. La pregunta es (en este caso): ¿Cuál es la mínima expresión de un dormitorio? Pues muy fácil… una cama, y una o dos mesitas de noche, acompañados de dos elementos funcionales como la lámpara y el armario, pero nada más. Esto es lo mínimo que necesitamos en el cuarto. Partiendo de aquí, todo lo demás es relativamente innecesario, pero si quieres agregar más elementos trata de hacerlo con aquellos que aportan alguna utilidad o que mejoran tu sensación cuando estás en ese dormitorio.

¿Cómo decorar un salón minimalista?

En el caso del salón debes tener presente que los recortes que efectúes no deben afectar al bienestar y la comodidad de esta estancia, ya que es un lugar de la casa donde pasamos mucho tiempo, ya sea solos o en compañía. Decimos esto último porque seguramente en algún momento recibas visitas y tu salón debe estar preparado para acoger más personas, no reduzcas los asientos si sueles tener reuniones sociales en tu casa.

¿Qué tal si nos hacemos la pregunta mágica que te hemos explicado en el punto anterior? ¿Si? Vamos allá: ¿Cuáles son los elementos mínimos que dede tener un salón? Yo creo que el sofá es la pieza clave, súmale una mesita pequeña p

or aquello de tener dónde dejar la bebida o el móvil, y si se trata de un salón comedor deberíamos añadir una mesa con 4 o 6 sillas. Eso es todo. Supongo que algunos esataréis pensando: Oye Antonio, ¿y la mesa de la tele? Pues teniendo en cuenta los maravillosos soportes que existen, en el fondo no la necesitamos, ya que podemos colgar nuestra pantalla (da igual lo grande que sea) en la pared frente al sofa. Pero bueno, tampoco se rompe la magia si añades al conjunto un mueble de diseño discreto y con cierta capacidad con el fin de mejorar el almacenaje.

 

¿Cómo decorar un baño minimalista?

En el caso de los baños lo tenemos más fácil aún. El punto fuerte del estilo minimalista en los baños se basa en las superficies, las paredes, el suelo y el techo, las cuales deben ser lisas, evitando pintarlas o decorarlas con motivos geométricos o azulejos cuyas juntas divisorias provocan un efecto contrario al deseado. Recuera que uno de los puntos más importantes está en reducir la canti

dad de información que percibimos, y aunque no estemos hablando de objetos en sí, las líneas y las formas de las superfícies también representan datos a procesar para nuestro cerebro. Las losetas rompen la continuidad y la simplicidad que tendría un suelo liso. Podemos añadir jaboneras, toalleras, un espejo, un lavabo con cajones debajo… claro que sí, pero no olvides que estos deben tener formas simples y rectilíneas en la medida de lo posible. Los materiales más recomendables en esta parte de la casa son la madera y el acero, ya que combinan a la perfección la calidez y el frío al mismo tiempo y favorecen el fluir de la iluminación.

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